La Buena Semilla: Viernes 12 Septiembre
Viernes
12
Septiembre
Todo el pueblo estaba suspenso oyéndole.
Lucas 19:48
¿No es mi palabra como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta la piedra?
Jeremías 23:29
Palabras incomparables
Leer Juan 7:37-52

Las autoridades religiosas de Jerusalén decidieron arrestar a Jesús y enviaron a los guardias para que lo prendieran. Poco después los guardias volvieron sin Jesús. ¿Qué había sucedido? ¿Cómo podían explicar su ausencia? Solo dijeron: “¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!” (Juan 7:46).

Cuando los guardias fueron a buscar a Jesús, estaban llenos de prejuicios contra él. La mayoría de la gente, la más ilustre y educada de la ciudad, consideraba a Jesús de Nazaret como un impostor. Lo acusaban de ser un blasfemo, de expulsar los demonios por el príncipe de los demonios… ¡Tal era el desprecio que estos hombres tenían por Jesús!

¿Por qué, pues, no apresaron al Señor? ¿Por qué cambiaron al punto de atreverse a volver sin él? ¡Porque escucharon las palabras de Jesús, palabras que nadie más podría haber pronunciado!

Los fariseos acusaron a los guardias de dejarse engañar, pero uno de los líderes, Nicodemo, les respondió que debían escuchar a Jesús antes de rechazarlo (v. 50). Entonces los líderes religiosos le preguntaron irónicamente si él también era un discípulo de Jesús.

Lo que Nicodemo dijo sigue siendo cierto. ¿Por qué rechazar el Evangelio antes de escucharlo? ¡La Palabra de Dios tiene el poder de llevarnos al Salvador! Mediante su lectura llegamos a la fe, pues ella tiene su propio poder de convicción.

2 Crónicas 28 – 2 Corintios 1 – Salmo 105:7-15 – Proverbios 23:6-8