Dios es invisible, pues es Espíritu (Juan 4:24). Los ángeles le sirven. Cuando Jesús nació en Belén, los ángeles estaban allí. Este niño era el Hijo de Dios, el Creador. Dios se hizo visible en Jesús, “él es la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15). Los ángeles contemplaron este gran misterio y adoraron. Estuvieron presentes en varias ocasiones relacionadas con Jesús:
– El ángel Gabriel anunció a la virgen María que ella daría a luz un niño muy especial, que sería llamado “Hijo del Altísimo” e “Hijo de Dios” (Lucas 1:32-35).
– Un ángel fue enviado a José, el futuro marido de María, para tranquilizarlo e informarle sobre el niño (Mateo 1:20-24).
– Después del nacimiento de Jesús, nuevamente un ángel anunció a los pastores la gran noticia del nacimiento del “Salvador, que es Cristo el Señor”. Y el ángel estaba acompañado por una “multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios” (Lucas 2:11-13).
– Dios envió un ángel para advertir a José que huyera y pusiera a salvo al niño y a su madre. En efecto, el rey Herodes quería matarlo para eliminar al verdadero Rey de Israel. Más tarde Dios envió otro ángel para informar a José que el peligro ya había pasado (Mateo 2:13, 19).
– Antes de comenzar su ministerio público, Jesús fue tentado en el desierto durante cuarenta días. Estaba con las fieras, y los ángeles le servían (Marcos 1:13).
Zacarías 7 – Apocalipsis 16 – Salmo 146:1-7 – Proverbios 30:18-20