En nuestra sociedad, a menudo la verdad se mezcla con el error y la mentira. Deseamos conocer la verdad, pero si esta nos molesta, nos contentamos con «medias verdades». A veces se dice: «Cada uno con su verdad», «La verdad es relativa, depende del cristal con que se mira». Pero, ¿por lo menos nos planteamos la pregunta que Pilato hizo a Jesucristo: “¿Qué es la verdad?” (Juan 18:38).

La Biblia nos presenta lo que es verdad para Dios. Ella es la Palabra de Dios, la verdad traída por Jesucristo. Cuando alguien es iluminado por esta verdad, toma conciencia de su situación: está muerto en sus “delitos y pecados” (Efesios 2:1).

Jesús vino a traer la gracia y la verdad:

– La gracia ama al pecador y quiere perdonar al que reconoce sus pecados y pone su confianza en la obra de Jesucristo en la cruz.

– La verdad nos recuerda que el pecado entró en el mundo por la desobediencia del hombre, y que por lo tanto este es un pecador.

La Biblia no solo nos presenta la verdad sobre nuestra condición humana, sino que nos enseña lo verdadero para todos los aspectos de nuestra vida. Nos recuerda lo que es justo y recto según Dios. Es “la certidumbre de las palabras de verdad” (Proverbios 22:21).

Jesús dijo: “Para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz” (Juan 18:37).