La Buena Semilla: Martes 18 Julio
Martes
18
Julio
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
Proverbios 13:3
Pon guarda a mi boca, oh Señor; guarda la puerta de mis labios.
Salmo 141:3
Mas la lengua de los sabios es medicina.
Proverbios 12:18
Lo que sale de mi boca

Hace poco una amiga me habló de la actual obsesión por las dietas y el entusiasmo por la gastronomía. «Pero estos días, agregó, me preocupa más lo que sale de mi boca que lo que entra». La reflexión de mi amiga cristiana me recuerda las palabras de Jesús: “Lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre” (Mateo 15:18-20).

A menudo lo que decimos revela lo que pensamos: por eso debemos aprender a juzgar nuestros malos pensamientos. Lo que decimos también puede afectar a los demás: “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada” (Proverbios 12:18). Las palabras mentirosas, hipócritas y maliciosas hieren a los demás, y también a nosotros mismos, como si se tratase de una espada.

Pero si vigilamos nuestras palabras, juzgando nuestros motivos, producimos ese fruto del Espíritu Santo llamado benignidad. Pidamos a Dios que ponga un guarda en nuestra boca, y que nos ayude a vigilar la puerta de nuestros labios. De este modo, nuestras palabras pueden traer paz y no guerra. Para ello es necesario recibir cada día la luz de la vida dada por la lectura de la Biblia.

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29).

Nahum 3 – Lucas 6:20-49 – Salmo 85:1-7 – Proverbios 19:20-21