La Buena Semilla: Lunes 4 Julio
Lunes
4
Julio
Abre tu boca, y yo la llenaré.
Salmo 81:10
E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio… Y le otorgó Dios lo que pidió.
1 Crónicas 4:10
No pocas
Leer 2 Reyes 4:1-7

Esta historia sucedió en los días del profeta Eliseo (alrededor de 900 años antes de Jesucristo). Una viuda no podía pagar sus deudas, y su acreedor quería tomar a sus dos hijos como esclavos. No viendo ninguna solución, y como último recurso, ella se dirigió a Eliseo, el profeta de Dios. Él hizo el balance de la situación: la mujer solo tenía una vasija de aceite. El profeta sabía que Dios haría un milagro y que la mujer podría pagar su deuda vendiendo el aceite. Necesitaba, pues, muchas vasijas, y la envió a pedir prestadas a sus vecinos. Debía conseguir la mayor cantidad posible: “No pocas”. El milagro se produjo: la vasija inicial parecía una fuente inagotable y permitió llenar todas las vasijas que reunieron. Cuando todas estuvieron llenas, el aceite cesó. Dios respondió plenamente a la fe de esta mujer. La gracia de Dios no tiene límites.

Esta historia nos interpela. No pongamos límites a la bendición de Dios por nuestra falta de fe, o sea, por una fe demasiado pequeña, demasiado restrictiva. Si solo le presentamos “tres vasijas”, él solo llenará “tres vasijas”. La Biblia nos dice: “No tenéis lo que deseáis, porque no pedís” (Santiago 4:2).

Recordemos lo que Dios dice a su pueblo en el último capítulo del Antiguo Testamento:

“Probadme… si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10). La misma promesa es para nosotros, ¡Dios no cambia!

Números 15 – 1 Juan 5 – Salmo 78:56-65 – Proverbios 18:18-19