¡Quizás esta pregunta nos sorprenda en un calendario cristiano! Sin embargo, ese “buen Dios” del que hablan algunos cristianos no es más que pura invención. Ese buen Dios, con un corazón tan tierno que no podría castigar a los culpables con el pretexto de que él es amor, ¡no existe!
Un Dios indulgente que cierra los ojos y pasa por alto la maldad de los hombres está en absoluta contradicción con lo que la Biblia dice.
El Dios que ella nos revela es infinitamente bueno, pero también absolutamente justo y santo. Dios no es un Dios tolerante y comprensivo cuando se trata del pecado que él aborrece. Hablar solo de su bondad para considerarlo como un Dios indulgente y sin exigencia es violar su justicia y ultrajar su santidad.
Lea la Biblia y descubrirá que su justicia es inflexible y que no acepta ninguna excepción. Pero también verá cómo su bondad sobrepasa lo que usted ha imaginado hasta ahora.
Dios no tiene por inocente al culpable, pero su amor nos conmueve; dio a su propio Hijo, a quien ama con un amor eterno, para satisfacer enteramente su justicia, haciéndole llevar el castigo que nosotros merecíamos, para liberarnos de la condenación eterna. Él mismo encontró el medio para conciliar perfectamente su gracia y su santidad.
Lector, tanto usted como yo necesitamos a ese Dios. Si hasta ahora usted creyó más o menos en “un buen Dios”, olvide esta falsa concepción y vaya a él sin temor. ¡Él es el Dios Salvador!
Génesis 30 – Mateo 17 – Salmo 17:10-15 – Proverbios 5:15-20