La Buena Semilla: Martes 11 Enero
Martes
11
Enero
¿No es mi palabra como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta la piedra?
Jeremías 23:29
Matilda, la amiga de los presos (2)

Estos son algunos testimonios de encuentros que tuvo Matilda en las cárceles:

– Arska: asesino muy violento, se proclamó el peor bandido de Finlandia y se sorprendió al ver entrar en su celda, sin miedo, a esta frágil joven. Ella se sentó a su lado y le habló de su pueblo. Él estaba desarmado ante semejante afecto. Aceptó el Nuevo Testamento que ella le ofreció y prometió leerlo. Más tarde sus guardianes dieron testimonio de su cambio radical.

– Honka: condenado a cadena perpetua, le confesó que lo único que había hecho en su vida eran cosas malas. Matilda pensó entonces en ese encuentro de Jesús con una mujer que también confesó su triste pasado (Juan 4). Entonces, como su Maestro, ella pidió de beber al detenido. Verla llevar a sus labios su vaso, muy sucio, por cierto, conmovió a este hombre: ¡No se avergüenza de mi condición!…

– Matti: protestó cuando Matilda abrió su Biblia y la desafió a encontrar en la primera página algo que le concernía. Entonces leyó: “La tierra estaba desordenada y vacía… (¡Así es tu alma, Matti!) Y dijo Dios: Sea la luz” (Génesis 1:2-3). Poco a poco la luz entró en el corazón de Matti.

Dios nunca abandonó a su embajadora ante los presos; siempre le dio la palabra apropiada en cada situación. Durante toda su vida, su divisa fue: “Gracia y paz”, gracia y paz divinas que constituían su felicidad y que deseaba compartir con otros.

Dios, “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Colosenses 1:13-14).

Génesis 14 – Mateo 8:23-34 – Salmo 7:9-17 – Proverbios 3:7-8