La Buena Semilla: Domingo 18 Octubre
Domingo
18
Octubre
En esto hemos conocido el amor, en que él (Jesús) puso su vida por nosotros.
1 Juan 3:16
Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas.
1 Pedro 2:21
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Me acababan de operar. Era de noche y hacía mucho calor. Estaba acostado boca arriba y tenía varios aparatos conectados a mi cuerpo y a mis brazos. No debía moverme, pues la alarma sonaría y las enfermeras vendrían de prisa a ver qué pasaba. Todo el personal del hospital era amable y atento. Pero durante la noche me había llamado especialmente la atención la paciencia y la dulzura de la enfermera de turno. Hacía todo lo posible para aliviar el dolor de los que habíamos sido operados, pero yo era incapaz de articular la más mínima palabra de agradecimiento.

Considerando la amabilidad excepcional de esta persona pensé: “Tiene que ser cristiana”, pues se parece al Maestro, al Señor Jesús mismo, que siempre estaba lleno de compasión por los enfermos.

Pasaron tres noches. Al cabo de la tercera, esta enfermera vino a despedirse de mí, pues no volvería hasta la próxima semana. Dudó un instante y luego se acercó a mi cama y me dijo suavemente, al ver mi Biblia encima de mi mesa de noche: “¿Es su tesoro?”. “Sí”, afirmé. Ella me respondió con una sonrisa: “El mío también”, y luego desapareció.

“Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia… si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor del Señor, y hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia” (Proverbios 2:1-6).

Deuteronomio 12 – Juan 7:32-53 – Salmo 118:15-20 – Proverbios 25:18-19