Convertirse en un deportista de alto nivel es el sueño de muchos jóvenes, pero este rara vez se cumple. Y cuando se logra, no siempre produce la felicidad esperada.
Alistair Taylor, deportista náutico, da su testimonio: “Participé en torneos durante 5 o 6 años seguidos y tuve mucho éxito. La gente esperaba verme como campeón del mundo en esta especialidad. Yo tenía muchas razones para ser feliz, pero no lo era. Cuando carecía de toda motivación y dejaba que mi vida se consumiese, Kelvin, un cristiano, me condujo a entregar mi vida al Señor Jesucristo. En ese momento tenía 18 años, y hoy sigo viviendo con Dios. Encontré una paz nueva y me siento colmado como solo un verdadero creyente puede comprenderlo. La relación que ahora tengo con Jesús es algo que no podría cambiar por nada. La fe es un camino en el que no cesamos de crecer.
Cuando usted se da cuenta de que Dios no solo controla su vida sino todo el universo, que él lo ama más que todo lo que uno puede imaginar… solo tiene que dejar de lado sus inquietudes, sus miedos, sus dudas en cuanto al futuro. ¡Esto lo supera, pero Dios no se ve superado! Entonces usted puede comprender lo que la Biblia dice: la paz de Dios, que sobrepasa todo lo que podemos comprender, guarda nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Sí, tenemos la seguridad de que Dios se ocupa de todo, y especialmente de nosotros”.
Jeremías 33 – 1 Corintios 9 – Salmo 102:23-28 – Proverbios 22:15