La Buena Semilla: Viernes 21 Julio
Viernes
21
Julio
Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo.
Efesios 2:4-5
¿Vivo o muerto?

¿Puede una persona estar oficialmente viva, si las autoridades la han declarado muerta? Esta pregunta se ha escuchado hace algunos años en los medios de comunicación.

Un hombre, reportado como desaparecido, fue declarado muerto después de veinte años. En el momento de su desaparición estaba desempleado, enfermo y en bancarrota. Veinticinco años después reapareció con buena salud física y financiera. Quería que se anulara la decisión que, según la ley, lo había declarado muerto. Pero esto solo era posible tres años después de la declaración judicial…

En cuanto a la vida espiritual (nuestra relación con nuestro Dios creador), por el contrario, es absolutamente posible volver a la vida en todo momento; no hay fecha límite. Dios declara que todos los hombres están espiritualmente “muertos” mientras quieran vivir sin Él. El pecado trajo consigo la muerte de nuestros cuerpos, y también produjo el mal en nuestros corazones y en nuestra conducta.

Siendo culpables ante Dios, ¿estamos sin esperanza? No. Dios aborrece el pecado, pero ama a su criatura. Envió a su Hijo Jesús para que sufriera el castigo que nosotros merecíamos por nuestros pecados. Él da la vida eterna a quienes aceptan a Jesucristo como su Salvador personal. Así los “muertos” cobran vida para Dios. El Señor lo había anunciado a los que buscaban entender quién era él. ¡Para comprenderlo es “necesario nacer de nuevo”! Este nuevo nacimiento es una gracia que resulta del amor infinito de Dios por nosotros. No tenemos ningún mérito para recibirlo, por eso lo agradecemos a Dios de todo corazón.

1 Crónicas 3 – Lucas 8:1-25 – Salmo 86:7-13 – Proverbios 19:26-27