La Buena Semilla: Lunes 10 Julio
Lunes
10
Julio
Jesús… alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él.
Juan 7:37-39
Las tres comidas de Elías (2)
Tercera comida (1 Reyes 19:5-7)

“Un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel del Señor la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta”. Tras una gran hazaña pública, Elías se derrumbó y huyó ante la amenaza de muerte proferida por la reina. Pero Dios no lo desamparó. Durante este tiempo de profundo desánimo, Elías recibió una torta y agua de las propias manos de un ángel. Así Dios renovó sus fuerzas. Lo levantó, le dio instrucciones y le confió nuevas tareas.

Después de disfrutar tiempos de comunión a solas con Dios, tras un período en que desempeñamos un servicio en el mundo, también podemos experimentar momentos de desánimo, pero nuestro fiel Dios no nos abandona. Él nos da fuerza, nos levanta y nos reintegra a su servicio.

En estas tres comidas hay algo en común: el agua del arroyo, el agua en un vaso y el agua en una vasija. En la Biblia, el agua pura a menudo es una imagen del Espíritu Santo, como lo muestra el versículo de hoy. Necesitamos alimento: Jesucristo, su muerte, su resurrección, su persona, sus enseñanzas, sus milagros, sus gestos y obras nos alimentan. Pero también necesitamos el agua del Espíritu Santo que nos trasmite las riquezas de Cristo, refresca nuestros corazones y nos transforma para hacernos más semejantes a nuestro Salvador.

Daniel 11:1-20 – Lucas 2:1-20 – Salmo 81:1-10 – Proverbios 19:5-6