La Buena Semilla: Domingo 9 Julio
Domingo
9
Julio
La harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que el Señor había dicho por Elías.
1 Reyes 17:16
Las tres comidas de Elías (1)
Primera y segunda comida

Tres episodios de la historia del profeta Elías lo muestran comiendo.

– Al principio de su servicio (1 Reyes 17:5-6), durante una sequía inusual, Dios lo cuidó de manera milagrosa: los cuervos le traían del cielo lo que necesitaba cada día. El menú era rico para una época de hambre: pan y carne, dos veces al día, con agua fresca. ¡Qué fidelidad por parte de Dios! Y Dios no cambia. Él siempre responde a la oración: “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” (Lucas 11:3). Esto se refiere tanto a la alimentación de nuestro cuerpo como a la de nuestro ser interior. Él sabe que cada uno de nosotros necesita esta relación diaria e íntima con él, mediante la lectura de la Biblia y la oración.

– Un poco más tarde Elías fue acogido por una viuda que le dio agua y comida (1 Reyes 17:10-16). Esta extranjera puso su confianza en él y en su Dios. Su fe se manifestó cada día nuevamente; y ella experimentó, tras la enfermedad y la resurrección de su hijo, que el Dios de Elías era el Dios de la vida.

Después de nuestros momentos matutinos de comunión con Dios, salimos para nuestro trabajo al mundo, donde estaremos en contacto con personas que pasan por dificultades, que sufren, y tendremos la oportunidad de dar testimonio a aquellos a quienes Dios quiere hablar. Servir a Dios, hacer la obra que nos encomendó, también es un alimento. Jesús dijo: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (Juan 4:34).

(mañana continuará)

Daniel 10 – Lucas 1:57-80 – Salmo 80:8-19 – Proverbios 19:3-4