La Buena Semilla: Jueves 6 Julio
Jueves
6
Julio
(Jesús dijo a sus discípulos:) Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado.
Mateo 28:19-20
El bautismo (1): un acto simbólico

Nuestra vida está llena de actos simbólicos: dar la mano para saludar, aplaudir para mostrar admiración, levantar los brazos en señal de victoria, etc. Cada acto simbólico tiene, pues, su significado.

El bautismo es uno de los dos actos que nos hablan de la muerte del Señor Jesús; el otro es la Cena en memoria del Señor, acto que él mismo instituyó. La Cena del Señor tiene que ver más con la persona de Jesús, con el hecho de que él dio su vida y que su amor triunfó. El bautismo, entrar y salir del agua, evoca los resultados de su muerte para los que creen en Jesús.

Cuando Jesús comenzó su servicio en la tierra, sus discípulos conocían el bautismo que Juan el Bautista había predicado, el bautismo de arrepentimiento para perdón de los pecados (Marcos 1:4-5). Luego Jesús instituyó el bautismo cristiano, acto que se hace en el nombre de Dios el Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para todos los que creen en él (Marcos 16:16) y se convierten en sus discípulos. Ser discípulo de Jesús es estar en su escuela y aprender de él, quien es “manso y humilde de corazón”.

El apóstol Pablo nos enseña: “Todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte. Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” (Romanos 6:3-4).

(continuará el próximo jueves)

Daniel 8 – 3 Juan – Salmo 79:1-7 – Proverbios 18:22