La Buena Semilla: Martes 16 Mayo
Martes
16
Mayo
Dejaos del hombre… porque ¿de qué es él estimado?
Isaías 2:22
Jesús mismo no se fiaba de ellos… pues él sabía lo que había en el hombre.
Juan 2:24-25
(El apóstol Pablo dijo:) Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.
1 Corintios 11:1
¿Podemos creer en el hombre?

Después de los terribles genocidios de la segunda guerra mundial (1939-1945), se le preguntó a un rabino si todavía podía creer en Dios.

–Esa no es la pregunta correcta, respondió el rabino. La verdadera pregunta es: ¿Cómo podemos creer todavía en el hombre?

Creer en el hombre es pensar que él puede mejorarse. Es creer que la paz es posible en la tierra gracias a los esfuerzos humanos. Desde siempre, el hombre cuenta consigo mismo para hacer frente a todos sus problemas. Pero a pesar de su inteligencia y su buena voluntad, por sus propios medios no ha podido llegar a la satisfacción, a la paz, a la felicidad. Cada uno puede constatarlo: el hombre es egoísta, frecuentemente da prioridad a sus intereses personales; quiere vivir sin Dios, quien lo creó… Es triste comprobarlo: el mal forma parte de la naturaleza humana, está en cada uno de nosotros.

Estamos afectados por esta enfermedad que la Biblia llama “pecado”, y nunca podremos curarnos mediante nuestros propios esfuerzos. Aceptemos pues el remedio dado por Dios. Jesús, el Hijo de Dios, vino a la tierra como hombre perfecto para salvar a su criatura y darle perdón, paz y vida eterna. ¡Creer en Jesús, quien murió en la cruz por mí, es el paso obligatorio e individual que debo dar para ser totalmente perdonado del pecado y recibir la vida eterna!

Si la vida de Jesús, quien murió en la cruz por usted, anima desde ahora sus pensamientos, sus acciones y sus relaciones, también verá que todo hombre puede convertirse en imitador “de Cristo”. ¡Él le dará la fuerza!

1 Reyes 12 – Marcos 13 – Salmo 58:6-11 – Proverbios 15:19-20