“En los postreros días vendrán tiempos peligrosos” (2 Timoteo 3:1). Estas palabras de la Biblia, escritas hace alrededor de 2000 años, son de una terrible actualidad. La desigualdad entre ricos y pobres es cada vez más grande, los conflictos abiertos o latentes entre países son cada vez más numerosos. La economía mundial titubea, desastres ecológicos y epidemias de gran dimensión se suceden. Y lo que es más grave todavía: el corazón de los hombres no mejora. Egoísmo, avaricia, ingratitud, crueldad, calumnia, traición… los caracteres descritos por el apóstol Pablo (2 Timoteo 3:2-5) siguen presentes.
La Palabra de Dios también agrega: “En los postreros días vendrán burladores… diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento?” (2 Pedro 3:3-4). La actitud de muchos en los últimos tiempos está caracterizada por el escepticismo y la burla respecto a las enseñanzas bíblicas; con una inmensa pretensión quieren excluir de su mente toda idea de Dios.
Pero Dios es paciente y continúa anunciando su mensaje de gracia incansablemente. Este aún es ofrecido a todos. Basta con aceptarlo volviéndose al único “mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5). Es el único medio para escapar a la ira de Dios que caerá sobre el mundo (Colosenses 3:6). El Dios de amor “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4). ¿Desea usted ser salvo? Jesús dijo: “Al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37). ¿Quiere ir a él?
Números 35 – Lucas 10:1-20 – Salmo 88:13-18 – Proverbios 20:6-7