La Buena Semilla: Viernes 22 Julio
Viernes
22
Julio
Como oveja a la muerte fue llevado; y como cordero mudo delante del que lo trasquila, así no abrió su boca. En su humillación no se le hizo justicia… porque fue quitada de la tierra su vida… ¿De quién dice el profeta esto?… Entonces Felipe… le anunció el evangelio de Jesús.
Hechos 8:32-35
Lo que he buscado durante tantos años

“Nací en Israel, mis padres sobrevivieron al holocausto judío. En mi adolescencia empecé a interesarme por las cosas espirituales. Pensaba que la verdad se hallaba en el budismo. Experimenté momentos de tranquilidad, pero también de miedo, porque la meditación oriental abre el espíritu al ámbito de lo oculto. Entonces decidí cambiar de camino.

Me casé. Nuestros esfuerzos estaban orientados hacia el éxito profesional, pero en lo profundo de mi alma sabía que algo no iba bien. Los años transcurrían sin que hallara la verdad. Tenía la impresión de haber fracasado, porque no era una persona mejor, no había hallado sabiduría, ni paz. Tenía miedo a la muerte y a enfrentar la pérdida de mis seres queridos.

Mi madre fue la primera en creer en Jesús. Sucedió en el año 2001. Ella me habló mucho de Jesús. Para complacerla, mi esposo y yo la acompañamos a un culto cristiano un domingo en la mañana. Allí fuimos tocados por la presencia de Dios, y nos emocionamos viendo a todos los creyentes alabar a Dios con fervor. Al fin encontré lo que necesitaba desde hacía tantos años: el gozo de adorar a Dios. De regreso a la casa me puse a leer la Biblia y descubrí que Dios era mi Padre celestial, y que Jesús era el Mesías. Le pedí perdón por haberlo ofendido durante tanto tiempo con mis pecados; lloré durante varios días ante él, dejándome invadir por su amor, su gracia y su perdón. Ahora mi marido Rubén y yo formamos, con mi madre, una familia unida en el amor y el gozo”.

Judith N.

Números 31:21-54 – Lucas 8:26-56 – Salmo 86:14-17 – Proverbios 19:28-29