La Buena Semilla: Domingo 3 Julio
Domingo
3
Julio
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
Mateo 6:26
Mirad las aves

“Recientemente observamos, todas las tardes, cientos de aves volando en círculo y metiéndose en la más alta de las tres chimeneas vecinas, la única que tiene una capucha. Una amiga ornitóloga me explicó que se trataba de un vuelo de vencejos. Usaban esta gran chimenea como punto de encuentro, para descansar en su trayecto migratorio. Yo le pregunté:

– ¿Y por qué entran todas en la chimenea?

– Dios les dio patas con las que pueden agarrarse a los ladrillos de la chimenea y dormir allí cómodamente.

– ¿Por qué entran todas por el mismo lado?

– Porque Dios les dio un instinto que les permite evitar el desorden al entrar, y posarse ordenadamente.

– ¿Por qué no van a las tres chimeneas?

– Porque la capucha los protege de la lluvia”.

Estos pequeños pájaros son una obra maravillosa de nuestro Dios. Cada especie está dotada de capacidades admirables y extremadamente variadas.

A nosotros, que también somos sus criaturas, Dios nos dio, además, la facultad de conocerlo. Él nos creó y se reveló a nosotros. ¿Cómo ignorar que valemos mucho más que los pajarillos?

Dios amó de tal manera a la humanidad, “que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).

Números 14:20-45 – 1 Juan 4 – Salmo 78:40-55 – Proverbios 18:16-17