El “gecko cola de hoja satánico” es un pequeño reptil que vive en Madagascar. Debe su nombre a su capacidad para camuflarse. Su cola tiene la forma y el color de una hoja muerta, lo que le permite pasar desapercibido ante la mirada de sus enemigos o de sus presas, en el suelo o en una rama. Esta estrategia nos recuerda la manera de actuar de Satanás.
Muchos de nuestros contemporáneos no creen en la existencia de Satanás, e incluso se ríen de él, pero la Biblia lo llama el “padre de mentira” (Juan 8:44), “el maligno”, “el cual engaña al mundo entero” (Apocalipsis 12:9). Lo describe como mentiroso y engañador, que arrastra tras sí a todo el que se deja atrapar por sus artimañas. Lo que propone parece bonito y atractivo, pero en realidad son trampas muy bien elaboradas y extremadamente eficaces.
La Palabra de Dios también lo llama “el príncipe de este mundo” (Juan 16:11). Satanás conoce muy bien la naturaleza humana, emplea nuestras codicias para llevarnos a hacer el mal, a desobedecer a Dios. Esto fue lo que hizo en el huerto de Edén, con Adán y Eva.
Es importante que el creyente nunca tome a la ligera a Satanás, “el enemigo”, el especialista de la mentira, “pues no ignoramos sus maquinaciones”. Se volvió experto en el disfraz, tanto para atraer como para hacer que lo olviden. Pero Satanás fue vencido por Cristo en la cruz (Colosenses 2:15), incluso si todavía sigue activo y trata de buscar a quién devorar. El cristiano que vive con Cristo, su Salvador, no debe temerle (Romanos 8:38-39).
Génesis 18 – Mateo 10:1-25 – Salmo 9:11-14 – Proverbios 3:13-15