Algunas expresiones no siempre son familiares para nuestros lectores. He aquí algunas explicaciones:
– El pecado: es actuar mal a los ojos de Dios, el Creador. Pecar es vivir como a uno le parece, sin tener en cuenta a Dios.
– Convicción de pecado: la experimentamos cuando nuestra conciencia nos reprende y nos muestra que somos culpables ante Dios. A menudo llegamos a esta conclusión mediante la lectura de la Biblia.
– Arrepentimiento: es un cambio de actitud interior, la tristeza por haber desobedecido a Dios, cuando tomamos conciencia de que merecemos su juicio; entonces nace el deseo de cambiar de vida.
– La confesión: confesamos nuestras faltas a Dios, reconocemos nuestra desobediencia a la voluntad divina.
– La fe: es la confianza en Jesucristo, el Salvador dado por Dios, quien murió para llevar el juicio en nuestro lugar, y cuya resurrección prueba que la justicia de Dios fue satisfecha.
– La conversión: es un cambio completo de dirección. Damos la espalda a nuestra vida sin Dios, para vivir a partir de ese momento una vida con él, para escucharle y obedecerle.
– El perdón: es el acto de gracia por el cual Dios borra el mal que hemos hecho, incluso si algunas consecuencias de nuestras acciones subsisten.
– El nuevo nacimiento: a través de él todo el que cree recibe de Dios una nueva vida; pasa a ser un hijo de Dios. El Espíritu Santo que le es dado es la energía y la fuerza de esta nueva vida.
Génesis 17 – Mateo 9:18-38 – Salmo 9:1-10 – Proverbios 3:11-12