Mientras está en la tierra, el cristiano debe enfrentar una constante lucha espiritual. Sin embargo, sabe que está del lado del Vencedor, su Salvador, el libertador. Satanás hace todo lo posible para debilitar al soldado, e incluso para hacerlo caer en el campo de batalla. ¡Usa tantas artimañas! A los jóvenes creyentes, por ejemplo, tratará de darles una imagen falsa de Dios. Les presentará un Dios distante y exigente, que solo se interesa en ellos para vigilarlos y castigarlos cuando den un paso en falso. A los mayores les hará creer que, al haberse convertido en cristianos más experimentados, pueden enfrentarse solos a la tentación…
La Biblia no nos dice, en ninguna parte, que los cristianos no tendrán luchas. Al contrario, dice que Jesucristo quiere darles la victoria, desde el más joven hasta el más anciano. A veces nuestro Dios Todopoderoso prueba nuestra paciencia para fortalecer nuestra confianza en la sabiduría de nuestro jefe, el Señor Jesús. Siempre debemos ser conscientes de que la situación sobrepasa nuestras débiles capacidades, y que la presencia del Señor es indispensable. Entonces, experimentaremos Su poder.
Quizás en este momento usted esté bajo un severo ataque del enemigo. Esto no es extraño para un creyente. Piense en el joven David y el gigante Goliat (1 Samuel 17). Quizás usted esté atravesando una lucha más secreta. Mantenga la confianza. Confíe en el Señor, manténgase en contacto con él a través de la oración y la lectura de la Biblia. La liberación está cerca, nunca llega demasiado tarde.
Habacuc 2 – Tito 1 – Salmo 108:7-13 – Proverbios 24:11-12