La Buena Semilla: Lunes 25 Septiembre
Lunes
25
Septiembre
Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano.
Deuteronomio 22:1
¿Me concierne?

Admitámoslo, el versículo de hoy parece un poco desconectado de nuestras vidas en el siglo XXI (21). Sin embargo, todas las palabras de la Biblia son útiles para enseñarnos, para convencernos, para corregirnos e instruirnos, como dice el apóstol Pablo (2 Timoteo 3:16). Si un israelita veía un animal de su vecino extraviado en un campo, podía fingir que no lo había visto y volver a casa, diciéndose a sí mismo: «Estos son sus problemas, no los míos». Pero Dios ordenó a su pueblo no hacer esto, sino ser considerado con el bienestar de su prójimo.

En cierta ocasión, cuando hacíamos una caminata por las montañas de un país extranjero, cada vez que nos desviábamos del camino correcto, los habitantes del lugar nos hacían señas desde lejos, indicándonos por dónde debíamos ir. Esta actitud nos conmovió. Nada obligaba a los lugareños a mostrarnos el camino correcto. Sin embargo, sin esperar nada a cambio, se ocuparon de nosotros.

A lo largo de nuestra vida nos encontramos con situaciones tristes, con personas necesitadas o con creyentes que parecen desviarse del camino de la fe. ¿Hacemos como si no nos importara? ¿Los ignoramos diciéndonos a nosotros mismos que seguramente otros se ocuparán de ellos?

Pensemos en el ejemplo que Jesús nos da en la parábola del buen samaritano (Lucas 10:30-37). Estemos atentos a los que nos rodean, oremos por ellos, cuidémonos unos a otros.

“No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles… Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios” (Hebreos 13:2, 16).

Oseas 7-8 – 2 Corintios 13 – Salmo 107:10-16 – Proverbios 24:3-4