La Buena Semilla: Jueves 21 Septiembre
Jueves
21
Septiembre
Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Lucas 5:31-32
¿Todos mediocres?

El filósofo André Comte-Sponville defiende el ateísmo. Una de las razones que da es la mediocridad humana. «Los seres humanos: cuanto más los conozco, menos puedo creer en Dios… La idea de que Dios haya podido crear semejante mediocridad (los seres humanos) me parece muy poco creíble… Que seamos tan propensos al odio, a la violencia y a la mezquindad me parece que excede los recursos de cualquier teología».

Este autor en realidad apoya lo que la Biblia proclama en alta voz. La decadencia humana es una de las principales enseñanzas de la Palabra de Dios. El hombre creado a imagen de Dios, perfecto al principio, desobedeció a su Creador. Así se convirtió en un ser responsable, conociendo el bien y el mal, pero incapaz de hacer el bien. La Biblia afirma: “No hay justo, ni aun uno… no hay quien busque a Dios. No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Romanos 3:10-12).

El hombre se ha vuelto mediocre, pecador y culpable ante Dios. Sin embargo, Dios ama a su criatura: ¡envió a su Hijo para salvar a todo el que se reconoce como tal! Jesús, el único hombre perfecto, fue condenado en nuestro lugar. En la cruz pagó el precio por nuestros pecados, de manera que quien se arrepiente y cree en él, recibe el perdón de Dios y la vida eterna.

Así, la gracia divina borra para siempre lo que el ateo puede llamar mediocridad, y que la Biblia llama pecado.

2 Crónicas 36 – 2 Corintios 10 – Salmo 106:28-31 – Proverbios 23:24-25