La Buena Semilla: Lunes 11 Septiembre
Lunes
11
Septiembre
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.
Salmo 103:2
Alaben la misericordia del Señor, y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
Salmo 107:8
La dirección correcta

Un cristiano en una de sus cartas relata una anécdota de gran interés para nosotros hoy.

Durante una reunión de obreros cristianos, uno de ellos habló extensamente sobre los problemas y decepciones que tenía con sus hermanos en la fe. Otro continuó: «Veo que el colega que acaba de hablar vive en la calle de las Quejas. Yo también viví allí durante algún tiempo, y nunca estuve cómodo. El aire era malsano, la casa húmeda y oscura, el agua mala, los pájaros nunca se oían cantar, y yo mismo estaba triste y malhumorado…

Pero me mudé y me fui a vivir a la calle del Agradecimiento; desde entonces me va bien, y a mi familia también. El aire es puro, el agua es clara, la casa es adecuada y soleada, los pájaros cantan, y yo soy feliz desde la mañana hasta la noche. Ahora bien, si tuviera un consejo para darle a nuestro hermano, le diría que se mude. Hay muchas casas en alquiler en la calle del Agradecimiento, y si quiere venir a vivir allí, estoy seguro de que será transformado, y yo mismo estaré muy contento de tenerlo como vecino».

Reflexionemos más a menudo sobre las innumerables bendiciones que Dios nos da. En lugar de quejarnos por lo que nos hace falta, o por lo que está mal, esforcémonos por contar sus bendiciones. Quizá podríamos llevar un poco de amor, alegría y paz a nuestra calle.

“Nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad… Bueno es el Señor a los que en él esperan, al alma que le busca” (Lamentaciones 3:22-25).

2 Crónicas 27 – 1 Corintios 16 – Salmo 105:1-6 – Proverbios 23:4-5