¿Está triste, su vida le parece insoportable? ¿Está pasando por un duelo, una enfermedad, fracasos, o el abandono? ¿Se siente solo… a tal punto que la muerte le parece quizá como una puerta de escape y le seduce?
En medio de su desesperación, quiero darle un mensaje de esperanza: ¡Hay alguien que lo ama! ¡Es Jesús! Él dio su vida en la cruz por usted. ¿Quiere dejarse amar por él, tal como es?
«¡Jesús murió!», me dirá usted. Sí, es verdad; pero resucitó y vive eternamente. Hoy, ahora, usted puede hablarle, él lo escuchará. Vaya a Jesús con total confianza, cuéntele sus penas, todo lo que usted vive. Pida socorro, ¡esa será su oración! Él lo comprenderá y le responderá. Jesús está muy cerca de usted, más cerca que cualquier otra persona, porque es Dios. Él puede y quiere consolarlo. Con Jesús, su vida tiene un sentido; ella no es una gota de agua en el océano, sino que es preciosa para él. Él lo ama, quiere salvarlo y darle una esperanza. Algunas situaciones dolorosas tal vez no cambiarán, pero usted experimentará la paz.
2 Samuel 11 – Hechos 3 – Salmo 24:1-6 – Proverbios 10:3-4