La Buena Semilla: Miércoles 28 Septiembre
Miércoles
28
Septiembre
Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando luego sus redes, le siguieron.
Marcos 1:16-18
Seguir a Jesús

En los evangelios, a menudo hallamos esta invitación de Jesús: “Sígueme”, o: “Venid en pos de mí”. Jesús nunca llama a servirle, sino a seguirle. Hoy Jesús invita a todos sus redimidos por su obra en la cruz, a todos aquellos por quienes dio su vida, a seguirle. Jesús escogió a sus discípulos, en primer lugar, para “estar con él”. Y “estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios” (Marcos 3:14-15).

Cuando Jesús llamó a Simón y a Andrés, quienes estaban pescando, les dijo: “Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres”. El Señor quería, pues, compañeros para trabajar con él en su obra de gracia. Él los llamó, a pesar de su debilidad, y les proveyó todos los recursos necesarios. Él forma al que está dispuesto a acompañarlo: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29). Sus discípulos, enseñados por él, adquirieron sus costumbres, y la gente los reconocía por haber “estado con Jesús” (Hechos 4:13).

Para nosotros esto significa aprender a conocer a Jesús leyendo su Palabra. Y si vivimos cerca de él, nos pareceremos más a él. El Señor nos quiere totalmente entregados a él y nos dice: “Sígueme”. Pero a menudo respondemos: “Déjame que primero vaya…” (Lucas 9:59). Quizá debamos dejar algunas cosas a las cuales estamos apegados, algunas costumbres… Sigamos el ejemplo de Pedro y Juan: “Dejando luego sus redes, le siguieron”.

Lamentaciones 4 – Filipenses 3 – Salmo 107:33-43 – Proverbios 24:8-9