La Buena Semilla: Jueves 1 Septiembre
Jueves
1
Septiembre
Arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados.
Hechos 3:19
(Jesús dijo:) Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Mateo 18:3
Palabras del evangelio: Arrepentíos (1)

“Arrepentíos”. El sentido inicial de este verbo contiene la idea de girarse, dar la vuelta, cambiar de rumbo. “Os convertisteis de los ídolos a Dios”, escribió el apóstol Pablo a los cristianos de Tesalónica (1 Tesalonicenses 1:9). Todos debemos convertirnos a Dios, aunque no hayamos adorado a los ídolos, porque “cada cual se apartó por su camino” (Isaías 53:6). Este texto de la Biblia describe bien nuestro estado. Naturalmente nuestra naturaleza humana orienta nuestros pensamientos y nuestra vida lejos de Dios. Ahora, por la conversión, nuestro camino nos conduce hacia Dios y hacia Jesús, nuestro Salvador y modelo.

Cuando el apóstol Pedro interpeló a sus contemporáneos, ellos estaban convencidos de estar en la “buena religión”. Sin embargo, Pedro los llamó a convertirse, a volverse a Dios. Su llamado también es para nosotros, aunque pensemos que practicamos la religión correcta. Lo esencial es tener una relación personal con Dios. Esto implica necesariamente renunciar a nosotros mismos para volvernos a Dios.

El arrepentimiento y la conversión son obra del amor divino en nuestros pensamientos y en nuestra vida. El uno no va sin el otro: arrepentirse significa que debe haber un cambio en nuestra forma de pensar; convertirse es la consecuencia de este cambio en nuestra manera de vivir: tenemos un nuevo objetivo.

Pablo también escribió: “Anuncié… que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento” (Hechos 26:20).

(continuará el próximo jueves)

Jeremías 33 – 1 Corintios 9 – Salmo 102:23-28 – Proverbios 22:15