La Buena Semilla: Miércoles 31 Agosto
Miércoles
31
Agosto
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar.
Salmo 46:1-2
Conmoción

Montes traspasados “al corazón del mar”: ¡imaginemos la angustia y el terror que produciría semejante alteración de la naturaleza! Pero podemos experimentar sentimientos parecidos cuando presenciamos los cambios tan rápidos de nuestra época. Muchas personas se sienten abrumadas, incluso oprimidas, por la evolución acelerada de nuestro entorno, tanto en las tecnologías como en los comportamientos.

Ningún campo escapa a esto. Muchos científicos temen que el calentamiento global sea bastante grave para el planeta en los futuros decenios, y que la subida de los océanos sumerja países enteros. El hambre y las guerras causan grandes migraciones, cada vez menos controladas. Las bases de la economía y las finanzas mundiales titubean. Una inesperada epidemia trastorna por completo el sistema del mundo. Y qué decir del desarrollo vertiginoso del internet y de sus aplicaciones, herramientas tan ingeniosas como vulnerables, y por lo tanto peligrosas.

Podemos confundirnos y sentirnos frágiles ante tales amenazas. Pero Dios sigue siendo el mismo, en él “no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:17). Él ama a todos los seres humanos y les propone ser su refugio eterno. A cada uno de los suyos, de los que ponen su confianza en él, promete: “Los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo el Señor, el que tiene misericordia” (Isaías 54:10).

“El Señor me ha sido por refugio, y mi Dios por roca de mi confianza” (Salmo 94:22).

Jeremías 32:26-44 – 1 Corintios 8 – Salmo 102:16-22 – Proverbios 22:14