A fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento.
El profundo amor de Cristo
Digno es de loor y prez,
¡Cuánto ama, siempre ama,
Nunca cambia, puro es!
¡Cuánto ama a los suyos,
Por salvarlos él murió!
Intercede en el cielo
Por aquellos que compró.
El profundo amor de Cristo,
Grande, sin comparación,
Es refugio de descanso,
Es un mar de gran bendición.
El profundo amor de Cristo
Es un cielo para mí;
Me levanta hasta la gloria,
Pues me lleva hacia Ti.
El profundo amor de Cristo
Es inmenso sin fin.
“Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:38-39).
“El amor nunca deja de ser” (1 Corintios 13:8).
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él” (1 Juan 4:9).
Thomas J. Williams, Ellen de Eck