La Buena Semilla: Miércoles 26 Abril
Miércoles
26
Abril
Habló, e hizo levantar un viento tempestuoso… Cambia la tempestad en sosiego, y se apaciguan sus ondas.
Salmo 107:25, 29
La travesía del lago
Leer Marcos 4:35-41

Dejando a la multitud que lo rodeaba, Jesús dijo a sus discípulos: “Pasemos al otro lado”. Como era él quien daba la orden, y además quien los acompañaba, ¿podrían no llegar a buen puerto? Pero Dios había permitido la tempestad, incluso había ordenado que se levantase. ¡Era la puesta a prueba de la fe de los discípulos!

Como los discípulos, el pánico nos invade cuando la prueba llega repentinamente. Nos parece que Dios no ve ni oye lo que está sucediendo, que es indiferente. ¡Pensamos que toda esperanza está perdida! ¡Solo nos queda la fuerza para pedirle ayuda! Y precisamente en ese momento Dios interviene, cuando renunciamos a arreglárnoslas solos. A Dios no se le escapa nada, y él sabe cuándo es el momento propicio para actuar. Así, cuando llega su liberación, quedamos asombrados por su maravillosa respuesta y rebosamos de agradecimiento hacia Aquel que hace que todas las cosas ayuden a bien a los que aman a Dios (Romanos 8:28).

¡Tenemos un maravilloso Salvador! Fue un hombre como nosotros, se cansó hasta el punto de dormirse en la barca. Por ello puede comprender nuestro cansancio, nuestras preocupaciones (Hebreos 4:15). Pero al mismo tiempo sigue siendo el Dios que creó todo y que mantiene el control de todo (Colosenses 1:16-17). ¡Para él no hay nada imposible!

“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16).

Ezequiel 48 – Marcos 2 – Salmo 49:1-9 – Proverbios 14:15-16