La Buena Semilla: Miércoles 12 Abril
Miércoles
12
Abril
A causa de la multitud de las violencias claman, y se lamentan por el poderío de los grandes. Y ninguno dice: ¿Dónde está Dios mi Hacedor, que da cánticos en la noche?
Job 35:9-10
Un problema puede esconder otro

Sin duda, para provocar indignación en Jesús, algunos le contaron que Pilato había hecho masacrar a unos galileos y había mezclado su sangre con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús respondió citando otra tragedia que sucedió sin que fuese por culpa de la maldad del hombre: “Aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No” (Lucas 13:1-5). Con este ejemplo Jesús demostró que no debemos asociar automáticamente una catástrofe a un castigo divino.

En todos los tiempos se ha tratado de dar un sentido a los acontecimientos negativos, y se ha escrito mucho sobre este tema, pues las catástrofes naturales o los accidentes producen angustia y aflicción.

Jesús no respondió directamente la pregunta, sino que fue a lo esencial: “Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Lucas 13:5). Hoy muchos quisieran preguntarle a Dios sobre la existencia del mal y del sufrimiento en la tierra. Él no tiene que rendirnos cuentas de nada, pero invita a cada uno a huir del terrible juicio reservado a todos, pues todos le desobedecieron. Y nos muestra cómo ser salvos: por medio del arrepentimiento y la fe en el sacrificio de Jesucristo.

¿Qué responderemos a la gracia de Dios que ofrece la salvación a todo el que se arrepiente? ¡Escuchemos las advertencias de Dios y no confundamos el problema: ¡ante todo, es necesario ser salvos, y esto es posible!

Ezequiel 35:1-36:12 – 2 Tesalonicenses 2 – Salmo 42:7-11 – Proverbios 13:12-13