La Buena Semilla: Martes 15 Noviembre
Martes
15
Noviembre
Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia.
1 Pedro 3:15-16
Cómo hablar de Dios

Estaba en la fila de espera del autoservicio en el restaurante de la empresa cuando de repente escuché detrás de mí: “¡Para un cristiano no está bien hacer eso!”. ¿Qué había hecho yo? Acababa de tomar una tarta del fondo de la bandeja de postres, porque las de delante eran menos frescas. Entonces me volví y sonreí al colega que me había hecho la exhortación, pero él estaba muy serio. Esto dio lugar a una conversación sobre la fe durante la comida…

A menudo los incrédulos tienen una idea precisa de lo que nosotros, los cristianos, deberíamos ser. De hecho, ellos aprecian la sinceridad de nuestra fe según la manera en que nos comportemos. Señalando nuestros errores, sienten que es por el honor de Dios, a quien no obstante rechazan. Estemos dispuestos a hablar del Señor, pero sobre la base de una conducta recta, dispuestos también a reconocer nuestros errores.

¿Cómo hablar de Dios con alguien que no cree en él? La primera cosa a la cual él es sensible es el respeto y el interés sincero que le manifestamos. La percepción de un amor verdadero, reflejo en nosotros de la gracia divina, a menudo es un inicio de conversación. El amor viene de Dios y, en el fondo, testifica de él.

Aprovechar un comentario nos permite hablar del Señor como de alguien a quien uno conoce, que forma parte de nuestra vida. Dios no es un concepto, sino una Persona. Él es el “Dios vivo y verdadero” (1 Tesalonicenses 1:9). Hablar de Dios es hablar de Jesucristo y de la relación viva que tenemos con él.

Josué 4 – Hebreos 7:1-17 – Salmo 124 – Proverbios 27:19-20