La Buena Semilla: Miércoles 9 Noviembre
Miércoles
9
Noviembre
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios.
1 Juan 3:1
Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
1 Pedro 5:7
Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
Jeremías 31:3
Un corazón de Padre

Un niño había pasado toda la tarde martillando y trabajando con trozos de madera. Al fin salió del taller con un barco de tres cubiertas, y esperó impaciente a su padre. Este llegó a su casa tarde en la noche, cansado y preocupado. No se fijó en el niño que, muy emocionado, quería mostrarle su obra maestra. El niño se fue a la cama muy triste, su papá ni siquiera lo había mirado…

Tal vez usted tenga recuerdos dolorosos de su infancia privada de un padre, cuando se perdió y vagaba completamente angustiado, cuando era el blanco de las burlas malvadas de sus compañeros, cuando lo lastimaron o lo decepcionaron. Sin embargo, nuestro Padre celestial nunca lo ha perdido de vista; él quiere manifestarle su ternura, su interés. Su amor es incondicional, no depende de nuestros éxitos o hazañas, de nuestra amabilidad o belleza. Usted no necesita demostrarle nada. Él lo ama tal como es. Usted es único para su Padre.

“Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él”. Él mismo llevó “nuestros pecados” (1 Juan 4:8-9; 1 Pedro 2:24). ¡Qué prueba de amor!

“Estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra. Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra” (2 Tesalonicenses 2:15-17).

Deuteronomio 32:29-52 – Hebreos 1 – Salmo 119:161-168 – Proverbios 27:7-8