La Buena Semilla: Lunes 31 Octubre
Lunes
31
Octubre
El Señor es mi pastor; nada me faltará… Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.
Salmo 23:1, 4
Nuestro Salvador Jesucristo… quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.
2 Timoteo 1:10
La sombra de la muerte

Un predicador joven acababa de perder a su esposa cuando su pequeña hija le preguntó: -Si Jesús murió por nuestros pecados, ¿por qué nosotros también debemos morir?

El padre no respondió en seguida, buscando una explicación apropiada para la edad de la niña. Pero cuando iban al cementerio, el papá llamó la atención de la niña sobre un pesado camión que iba delante de ellos, y le preguntó: -¿Ves la sombra del camión en el piso? Pues no somos aplastados por el camión, sino que solo atravesamos su sombra.

El padre guardó silencio un momento y luego dijo con una voz conmovedora: -¿Sabes?, muriendo en la cruz, Jesús se hizo aplastar como por la carga más pesada. Toda la ira de Dios cayó sobre él, para que nosotros solo tuviéramos que atravesar la sombra de la muerte.

Según las Escrituras solo hay dos maneras de morir. La primera, aterradora, está reservada a los incrédulos. “Si no creéis que yo soy (Jesús, el Hijo de Dios), en vuestros pecados moriréis”. Morir en sus pecados es presentarse delante de Dios, quien es santo, como un culpable delante de su juez, con una condena segura. Los pecados olvidados o minimizados un día serán presentados de nuevo ante cada uno. No habrá ningún abogado delante de este tribunal, sino solo un Juez inflexible y que lo sabe todo.

Pero la gracia de Dios ha dado al creyente la opción de morir de otra manera, de morir “en el Señor”, salvo de la condenación por la obra de Cristo en la cruz.

Deuteronomio 25 – Juan 15 – Salmo 119:89-96 – Proverbios 26:17-18