La Buena Semilla: Martes 18 Octubre
Martes
18
Octubre
Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.
Salmo 62:10
Nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto… porque raíz de todos los males es el amor al dinero.
1 Timoteo 6:7-8, 10
El amor al dinero

Cuando el amor al dinero llena el corazón de un hombre, este nunca está satisfecho. El dinero no da la verdadera paz. No puede hacerlo, es un poder mentiroso. Parece dar seguridad, pero no cumple sus promesas.

Además, el dinero hace estragos en el corazón del hombre; gana su confianza, a menudo incluso lo pervierte y toma en él el lugar de Dios. La acumulación egoísta de bienes materiales no puede dar la tranquilidad de espíritu, ni la paz, ni el gozo. El dinero no preserva de la enfermedad y, frente a la muerte, no da ninguna solución.

La Palabra nos dice cómo vencer esa tendencia a amar el dinero: poniendo nuestra confianza en Dios, y no en el dinero, que es perecedero. Al vivir de una manera que agrade a Dios y dando generosamente, nos hacemos un tesoro para el más allá. Actuando así haremos, de cierta manera, una inversión en el banco del cielo (1 Timoteo 6:17-19).

El bienestar y el dinero solo son malos si ellos gobiernan nuestra vida. Los podemos recibir con agradecimiento de parte de Dios, quien permite que no nos falte nada. Pero no olvidemos que Dios sigue siendo el verdadero propietario de nuestros bienes. Pidámosle que nos ayude a utilizar como él quiere todo lo que nos da. El cristiano debería preguntarse: ¿Puedo agradecer sinceramente a Dios por lo que poseo y por el uso que hago de esos bienes?

Deuteronomio 12 – Juan 7:32-53 – Salmo 118:15-20 – Proverbios 25:18-19