La Buena Semilla: Jueves 26 Mayo
Jueves
26
Mayo
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento… Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.
Eclesiastés 12:1, 7
Mañana

Un dicho popular declara: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Razonable en muchas áreas, esta declaración se vuelve imperativa cuando se trata de un asunto fundamental y urgente que ya no podremos solucionar mañana.

Por ejemplo, si se trata de la salud de una persona, aplazarlo para más tarde puede ser catastrófico. Para una persona gravemente enferma, el medicamento prescrito para hoy no producirá ningún efecto si no lo toma. Es muy grave si esta persona rehúsa tomar el medicamento.

Entonces, ¿por qué cuando se trata de la salvación eterna, muy a menudo la gente dice: me ocuparé de ello cuando la muerte se acerque? Pero, ¿sabemos si veremos llegar la muerte? ¡Ella no siempre se anuncia! También podemos cerrar voluntariamente los ojos para no verla venir. La prudencia más elemental debería incitar a cada persona a preguntarse ahora mismo sobre su encuentro inevitable con su Creador, el Dios santo.

“En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2 Corintios 6:2).

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).

Levítico 7 – Romanos 4 – Salmo 63:5-11 – Proverbios 16:5-6