¡Este pasaje habla de mí! Cuando leo el salmo 107 me identifico con cada versículo. Muy a menudo me siento perdido, hambriento de felicidad, sediento de paz y de una vida que valga la pena ser vivida… Me siento humillado, cansado. Incluso fui destrozado por la desgracia, estuve desesperado, desorientado… Tuve la impresión de estar en un mar tempestuoso, sin ninguna solución para sobrevivir…
La Biblia afirma que otros experimentaron estas cosas, antes que yo. Pero lo que me interesa aún más es que muchos de ellos clamaron a Dios en medio de la desesperación, dejando de lado su incredulidad, sus dudas, su propia sabiduría, su rebelión contra el Creador. Clamaron… porque ya no sabían qué hacer, porque no tenían nada más que perder y estaban dispuestos a aceptar cualquier cosa para salir de esa situación desesperada.
Esto me hace pensar en mí. ¿También le hace pensar en usted, en ciertas situaciones desesperadas de su vida, en la circunstancia con la que está luchando quizás en este mismo momento? Dios quiere responderle, no haciendo todo lo que usted desea, sino conduciéndole por el “camino derecho”, el único bueno. Le muestra al Salvador que le dio, Jesucristo. Le invita a reconocer ante él que usted está perdido, que necesita su perdón y su ayuda. Le invita a confiar en él. La continuación del pasaje bíblico nos muestra que, clamando a Dios con fe, vemos las maravillas de su amor.
Éxodo 33 – Hechos 22:22-23:11 – Salmo 35:9-14 – Proverbios 11:31