Tres ocasiones con María de Betania:
– Lucas 10:38-42: Marta y su hermana María recibieron a Jesús en su casa. Marta se afanaba para atender bien a su huésped, pero María estaba sentada a los pies de Jesús, escuchándolo. Había olvidado todo lo demás. Su hermana se indignó y se quejó ante Jesús, quien le dijo: “María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (v. 42).
– Juan 11:1-44: María acababa de perder a su hermano Lázaro y estaba en su casa llorando. Unos judíos fueron a consolarla. Jesús estaba cerca, pero todavía no había llegado… Marta envió un mensaje a María: “El Maestro (Jesús) está aquí y te llama” (Juan 11:28). María se levantó rápidamente. Los judíos no comprendieron. Pensaban que iba al sepulcro a llorar, pero ella iba a llorar a los pies del Señor. Jesús lloró con ella y luego resucitó a su hermano.
– Juan 12:1-8: El odio de los judíos hacia Jesús fue aumentando, y María presentía que la muerte de Jesús estaba cerca. Ella quería expresar su amor y adoración a aquel que estaba a punto de dar su vida por los culpables. Mientras Jesús estaba a la mesa con Marta, Lázaro y varios discípulos, ella derramó sobre sus pies un perfume de mucho precio. Por ello recibió fuertes críticas. Pero para Jesús este gesto tenía un gran valor y lo aprobó públicamente: “Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto”.
María escuchó a su Maestro, lloró a sus pies y lo adoró. Fue incomprendida y criticada. ¡Pero recibió la aprobación del Señor, y eso bastaba!
Éxodo 22 – Hechos 16:11-40 – Salmo 31:21-24 – Proverbios 11:9-10