La Buena Semilla: Martes 11 Febrero
Martes
11
Febrero
Fui también asido por Cristo Jesús… pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Filipenses 3:12-14
Motivación, una palabra clave

El tenista en quien los espectadores habían depositado grandes esperanzas fue derrotado por su contrincante. Al salir de la pista, explicó a los periodistas que había perdido la motivación después de perder el segundo set.

¡Motivado! Es una palabra muy utilizada en nuestra sociedad. Hablamos de cartas de motivación, de personas motivadas, de trabajadores desmotivados. Si estamos motivados por el resultado de nuestro trabajo, afrontamos las dificultades con serenidad y valor. Si, por el contrario, estamos desmotivados, solo vemos los aspectos negativos. Los servicios de contratación de las empresas saben que una buena motivación a menudo es más importante que el nivel de conocimientos del candidato.

No hay mayor motivación en el mundo que la del cristiano que ama al Señor, porque sabe que su Señor lo ama, y tiene un objetivo: Cristo. Sabe por qué está en la tierra, y conoce el objetivo de su vida. Enfrenta las dificultades con confianza, porque mira hacia Cristo, quien conduce todo a buen término para su bien.

“Para mí el vivir es Cristo” (Filipenses 1:21). En nuestro mundo tan desmotivado, tan lleno de desilusiones que a veces conducen al suicidio, esta es una motivación que vale la pena, y puede ser la suya hoy mismo. Si aún no lo ha hecho, póngase en contacto con el Señor Jesús mediante la oración, y descubra en él la verdadera motivación que transformará su vida.

“Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús” (Hebreos 12:1).

2 Samuel 4 – Mateo 26:14-46 – Salmo 22:1-5 – Proverbios 8:28-31