La Buena Semilla: Domingo 23 Noviembre
Domingo
23
Noviembre
El Señor mismo… descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
1 Tesalonicenses 4:16-17
El regreso de Jesucristo

El mismo Jesús prometió a sus discípulos: “Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:3).

Desde entonces han pasado casi 2000 años, pero muchas señales muestran que ese regreso está cerca. Sin embargo, la Biblia no da fechas ni plazos, para así estimular el afecto de los cristianos, y animarlos a esperar al Señor en cualquier momento. Él mismo repite en el Apocalipsis: “Vengo pronto” (22:7, 12, 20).

Pero la perspectiva del inminente regreso de Jesús también debe tener efectos concretos en la vida de los que irán a su encuentro:

– Esperar al Señor aparta al cristiano del mundo y lo convierte en un extranjero en la tierra. Su verdadero hogar está en el cielo, y debe estar preparado para ir allí. Lo que hace y lo que dice debe ser aprobado por el Maestro cuando venga. Por consiguiente, tratará de vivir una vida santa: “Todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1 Juan 3:3).

– Esperar al Señor consuela al cristiano cuando uno de los suyos parte con Jesús. Sabe que, cuando él venga, “los muertos en Cristo resucitarán” y se reunirán con los creyentes vivos.

– Esperar al Señor motiva al creyente a advertir a sus conocidos para que ellos también se preparen para Su regreso. “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca” (2 Pedro 3:9).

Job 29 – Hebreos 11:23-40 – Salmo 132:1-7 – Proverbios 28:11-12