Dios escoge a sus siervos antes de que nazcan. Él da instrucciones que abarcan los detalles más íntimos de cómo quiere que vivan para Su gloria y para su propio bien. La forma en que viven sus padres también es primordial. Vemos esto claramente cuando consideramos la historia de Sansón.
Manoa y su esposa no tenían hijos, pues ella era estéril. Un día el ángel del Señor se le apareció a la esposa, y le entregó el mensaje de que daría a luz un hijo, el cual sería nazareo para Dios incluso antes de su nacimiento. Él comenzaría a salvar a Israel de mano de los filisteos, sus enemigos. La esposa de Manoa recibió instrucciones vitales sobre lo que ella no debía comer ni beber, y acerca de lo que sería importante que su hijo guardara. Las vidas que vivimos como padres y el ejemplo que damos tienen gran influencia sobre nuestros hijos.
Ella le contó inmediatamente a su esposo lo que el ángel le había dicho. Es fundamental que los padres trabajen juntos y con total armonía en la crianza de sus hijos. Manoa oró para que el varón de Dios volviese y les enseñara cómo criar al niño que nacería. Qué importante es que los padres oren a Dios, pidiéndole que les de instrucciones de cómo criar a sus hijos. Y el ángel del Señor les repitió las instrucciones que ya había dado. Dios nos ha mostrado claramente en su Palabra como criar a nuestros hijos en disciplina y amonestación del Señor. Sus instrucciones son totalmente adecuadas. ¡Demos gracias a Dios por ellas y sigámoslas con mucha atención!