El Señor está cerca: Viernes 14 Enero
Viernes
14
Enero
Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban… Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. Mas acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se corrompían más que sus padres.
Jueces 2:16, 18-19
LOS JUECES DE ISRAEL (2)

La triste historia de Israel continúa. En resumen, Dios nos dice que debía salvar a su pueblo una y otra vez. Sin embargo, la liberación perduraba durante la vida del juez por medio del que Dios había efectuado la salvación, pero después de su muerte Israel nuevamente se volvía a los ídolos de sus vecinos paganos.

A lo largo de este libro vemos a Dios teniendo misericordia de su pueblo. Él los ama y no puede olvidarse de ellos. Sus oídos escuchan sus clamores. La condición de ellos empeora cada vez más. Externamente, sus libertadores son más y más fuertes a medida que avanzamos en la lectura de este libro. Sin embargo, su fuerza moral y espiritual va disminuyendo entre uno y otro. Sin embargo, hombres de quienes dudaríamos de llamar creyentes están mencionados en la lista de héroes de la fe en Hebreos 11-¡y lo que importa es la valoración que Dios da, no la nuestra!

La Escritura muestra repetidamente la importancia de un buen liderazgo. Podemos dar gracias a Dios por los buenos líderes que, en las palabras de Hebreos 13, nos han hablado la Palabra de Dios, y velan por nuestras almas, como quienes han de dar cuenta. ¡Que aprendamos a someternos a ellos y obedecerles! Un buen líder no será un dictador, sino que será como el apóstol Pablo, quien dijo: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Co. 11:1). ¡Seguir a Cristo es de suprema importancia! Cada paso que Él dio trajo gloria a Dios. Y Dios lo ha dado “por guía y jefe de las naciones” (Is. 55:4).

Eugene P. Vedder, Jr.
Seguid a Jesús, andad en su luz,
Sed fieles a Cristo el Señor;
Servidle de amor, luchad con valor,
¡Sed fieles a Cristo el Señor!

E. Turral