Sin negar la existencia de Dios, algunas personas piensan que Dios no se preocupa por los seres humanos. Así pensaba un joven estudiante con el que yo viajaba.

–Los científicos reconocen que debe haber un Dios, me dijo, pero nada prueba que se interese en los seres humanos.

–Si creó todo el universo, Dios es poderoso, y ¡qué inteligencia tiene!

–Por supuesto, esto se ve claramente en la naturaleza.

–Dios nos hizo a su semejanza y dio a cada ser humano al menos una comprensión parcial de su sabiduría. Pero, ¿no hay algo más que nos motiva y nos guía?

–¿El amor? sugirió mi compañero, tras unos momentos de duda.

–Entonces este Dios tan poderoso e inteligente, que dio estas capacidades al hombre, y que además le dio una naturaleza capaz de amar, ¿imaginas que no tenga un inmenso amor por la humanidad que él mismo creó?

Esto lo hizo reflexionar, y luego me preguntó:

–¿Cómo descubrir su amor?

Entonces abrí mi Biblia y le pedí que leyera el versículo de hoy: “De tal manera amó Dios al mundo…”.

–Requiere reflexión, me interesa…, dijo.

Aceptó un evangelio (parte de la Biblia) y se sumergió en su lectura. Por mi parte, oro para que Dios lo lleve a la fe.

Si usted no posee al menos un evangelio, le será enviado gratuitamente pidiéndolo a nuestra dirección postal:

La Buena Semilla

1166 Perroy

o por e-mail a: labuena@semilla.ch