El versículo del encabezamiento menciona varios títulos de Jesucristo:
– “El Hijo”: Después de haber hablado por medio de los profetas, Dios habló directamente a la humanidad por medio de su Hijo Jesucristo. Él es el “Verbo”, la plena y definitiva revelación de Dios.
– El “heredero de todo”: Dios, en sus planes eternos, quiso poner todo lo creado bajo la autoridad de su Hijo (Juan 3:35). El mundo le pertenece por decreto divino, y un día reinará en él.
– El creador del universo: Dios creó el universo por medio de su Hijo. El poder creador está en Jesús, el artífice de la creación: “Todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas” (Colosenses 1:16-17).
– “El resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia”: La refulgencia de la majestad de Dios, el resplandor de sus perfecciones, llegan a nosotros a través de su Hijo. Cristo es la representación exacta y completa de la naturaleza misma de Dios. “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9).
– El que “sustenta todas las cosas con la palabra de su poder”: No solo todo fue creado por él, sino que todas las cosas subsisten por él (Colosenses 1:16-17). Con su poderosa palabra sostiene el universo según sus planes eternos.
Él “es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza” (Apocalipsis 5:12).
1 Crónicas 23 – Lucas 19:1-27 – Salmo 92:5-9 – Proverbios 21:5-6