La Buena Semilla: Jueves 7 Agosto
Jueves
7
Agosto
Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
1 Juan 2:1
Un abogado gratis

En la cárcel, los presos estaban hablando con el capellán sobre temas bíblicos. Comentaban el texto: “Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”.

Uno de los presos comentó que Jesús es un abogado gratis, mientras el que lo defendía a él en la tierra le costaba mucho dinero.

Los creyentes tenemos el privilegio de tener a Jesús en el cielo, asumiendo nuestra causa. Antes de ser nuestro abogado, Jesús fue nuestro Salvador. En la cruz del Calvario llevó nuestros pecados y sufrió el juicio del Dios santo en nuestro lugar. Todos los que creen en él obtienen gratuita y definitivamente el perdón de sus pecados y la vida eterna.

Entonces, ¿por qué seguimos necesitando un abogado? Notemos que en el versículo de hoy Jesús es nuestro abogado ante “el Padre”, no dice que lo sea ante Dios. Se hace énfasis sobre nuestra relación con el que ahora es nuestro Padre. Pero a veces pecamos, y cada pecado entristece a nuestro Padre celestial e interrumpe nuestra relación con él. Es ahí donde Jesús interviene como nuestro abogado. Su presencia ante su Padre, con las marcas de los clavos en sus manos y pies, nos recuerda que Él pagó un precio inmenso para salvarnos. Al mismo tiempo, Jesús nos lleva a confesarle nuestras faltas, y nos permite volver a encontrar el gozo de nuestra relación con el Padre.

En el cielo ya no necesitaremos el servicio de nuestro abogado, pues allá no habrá más pecado. En una perfecta comunión con el Padre, nuestros corazones estarán centrados en el Señor Jesús para adorarle.

1 Crónicas 20 – Lucas 17 – Salmo 91:7-10 – Proverbios 20:29-30