La Buena Semilla: Miércoles 6 Agosto
Miércoles
6
Agosto
Dios mío… da, pues, a tu siervo corazón entendido.
1 Reyes 3:7-9
Vino el Señor y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.
1 Samuel 3:10
Escuchar a Dios

¡Ah!, me distraje y me pasé la salida de la autopista… Y la siguiente está a varios kilómetros. Mi primera reacción fue enfadarme conmigo mismo y con las señales que, en mi opinión, no indicaban claramente la dirección. Pero luego pensé: Si Dios permitió este error, ¿no querrá mostrarme algo?

En la siguiente salida había una persona haciendo autoestop. La invité a subir a mi auto y le dije por qué estaba en su camino. Hablamos de la grandeza de Dios y de la debilidad del hombre. Dios había preparado todo. Sin este contratiempo no habría conocido a ese joven.

Recibir todo de la mano de Dios anima al creyente. En su amor Dios ha preparado todo para mí: grandes o pequeñas contrariedades, enfermedades graves o no graves, alegrías intensas o fugaces… ¡Él me ama y desea mi bien! “Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28). Es una certeza a la cual debemos aferrarnos firmemente, porque se apoya en la gracia de Dios.

Aprendamos a no enojarnos si Dios cambia o frustra nuestros planes. Él conoce las razones. Escuchémosle con humildad y estemos dispuestos a hacer sencillamente lo que él pone en nuestro camino.

Esta actitud de confianza para escuchar lo que Dios nos dice también es útil para todas las decisiones de nuestra vida. Fue el caso del joven Samuel (versículo de hoy).

1 Crónicas 19 – Lucas 16 – Salmo 91:1-6 – Proverbios 20:27-28