En marzo de 2018, un hombre se propulsó a 571 metros de altura en el desierto de Mojave, California, con un cohete casero. ¿Cuál era su objetivo? Demostrar que la tierra es plana y comprobarlo con sus propios ojos. ¡Qué necio!, dirá usted… Los satélites, los eclipses lunares y todos los medios de observación actuales confirman que la tierra es esférica, ¡y lo sabemos desde hace mucho tiempo!
La palabra «necio» puede significar «que perdió el sentido» o «que es contrario al sentido común». Esta palabra se repite varias veces en la Biblia. Por ejemplo, ella declara “necio” al que dice en su corazón: “No hay Dios” (Salmo 14:1). “Las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que (los hombres) no tienen excusa” (Romanos 1:20). Esto significa que la naturaleza, con su belleza y complejidad, es una prueba clara de la existencia de Dios: ¡todos pueden comprobarlo!
Jesús también llama “necio” al que ha acumulado riquezas. “Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?” (Lucas 12:20). Un día tendremos que dejar todas nuestras posesiones materiales, pero también será preciso encontrarnos con Dios. El que no se prepare para ello es un necio. Escuchemos lo que la Biblia nos dice: “El Señor da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia” (Proverbios 2:6).
1 Crónicas 18 – Lucas 15 – Salmo 90:13-17 – Proverbios 20:25-26