La Buena Semilla: Domingo 19 Marzo
Domingo
19
Marzo
Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré. Oh Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
Salmo 5:2-3
Sí, no, o más tarde

Ante las necesidades urgentes presentadas a Dios mediante la oración, a menudo esperamos una respuesta rápida. Pero Dios no siempre interviene así. A veces dice: sí; pero también dice: no; y a veces dice: más tarde.

– Para la respuesta «sí», es decir, para la respuesta que esperamos, ¿oramos conforme a la Palabra de Dios? “Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho” (1 Juan 5:14-15).

– Pero Dios puede respondernos con un «no» categórico, incluso si pedimos con fe. Y las razones pueden ser varias: nuestra oración tiene como objetivo solo nuestra satisfacción personal, o nuestra petición no es conforme a la Palabra de Dios… ¡Pero podemos estar seguros de que él nos ama! Sometámonos a la voluntad de Dios. Así seremos bendecidos.

– Por último, con sabiduría, por razones que a menudo ignoramos, a veces Dios no nos da rápidamente la respuesta esperada. Quizá quiera que pasemos por la prueba de la fe que produce paciencia (Santiago 1:3). En la calma y la confianza en Dios, quien sabe cuál es el momento para responder, obtendremos lo que solo Dios sabe dar, lo mejor para nosotros.

La oración es la expresión de una gran virtud cristiana, la dependencia. Orando, uno experimenta a la vez su propia debilidad y el poder del Señor, su propia ignorancia y la sabiduría del Señor; toma el lugar que le corresponde y reconoce el Suyo. El Señor posee todos los derechos sobre aquel que se inclina de rodillas ante Él.

Ezequiel 14-15 – Hechos 21:17-36 – Salmo 34:15-22 – Proverbios 11:27-28