La Buena Semilla: Domingo 5 Marzo
Domingo
5
Marzo
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
Juan 1:10-12
Jesús – Conclusión (9)

Jesús era un hombre sin pecado, siempre hacía la voluntad de Dios y confiaba en él, en todas las circunstancias.

Humilde de corazón, decía la verdad costase lo que costase. Fue obediente hasta la muerte, y ayudó a todos sin pensar en sí mismo. Estas son algunas de las características de “Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5).

Pero, ¿quién era Jesús, este hombre único? Fue crucificado, y su muerte fue única, pues las tinieblas cubrieron la tierra en pleno mediodía. ¡Tres días después salió de la tumba, y más tarde subió al cielo! Todo demuestra que Jesús, en la tierra, era “Dios… manifestado en carne” (1 Timoteo 3:16). “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él… y envió a su Hijo en propiciación (sacrificio) por nuestros pecados” (1 Juan 4:9-10). Jesús dijo: “Esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna” (Juan 6:40).

¿Podríamos seguir nuestro camino sin reconocer en él al Señor Jesús, y creer en él para ser salvo? Él es “nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).

“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria” (1 Timoteo 3:16).

2 Samuel 24 – Hechos 13:1-25 – Salmo 30:1-5 – Proverbios 10:31-32