En muchas ocasiones, la Biblia afirma transmitir las mismas palabras de Dios. El apóstol Pablo afirma que toda ella es inspirada por Dios. Dios transmitió su mensaje directamente a los escritores por medio del «soplo» divino. Esto es lo que la distingue principalmente de los demás libros, incluidos los libros religiosos. Esta inspiración es un milagro y confiere a la Biblia la autoridad de Dios. Leámosla sin prejuicios, con honestidad y perseverancia; y así escucharemos en ella la voz de Dios.
Como la Biblia habla a la conciencia de los hombres, esto molesta. Ella dice que Dios debe ser respetado, amado y obedecido, pero los hombres siempre han tratado de refutarla. ¡Pero aun así no pueden debilitar su autoridad!
Esta Palabra divina es nuestra única fuente segura para conocer al Dios Salvador y sus planes. Es clara para los que la reciben con fe. Nos enseña que “Dios… nos reconcilió consigo mismo por Cristo” (2 Corintios 5:18). ¡Este es el verdadero misterio del amor de Dios por nosotros! También nos dice todo lo que debemos saber para vivir en relación con Dios.
Leamos ese santo Libro con humildad, para recibir de Dios sus pensamientos profundos. Ciertamente Dios revela su voluntad a los que están dispuestos a ponerla en práctica.
Cuán agradecidos debemos estar con Dios por darnos «su Libro», que nos revela su grandeza, su gracia y su amor. ¡Qué perseverancia deberíamos tener para leer la verdad que Dios nos revela y apropiarnos de ella por la fe!
1 Samuel 25:1-22 – Mateo 20:1-15 – Salmo 18:25-30 – Proverbios 6:12-15