El Señor está cerca: Domingo 3 Julio
Domingo
3
Julio
Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.
Lucas 23:34
LAS SIETE EXPRESIONES DE CRISTO EN LA CRUZ (1)

Muchas profecías bíblicas se cumplieron en una sola y corta semana. Dios había previsto todo esto con mucha antelación y lo había anunciado a través de los profetas. Sin embargo, los hombres que entregaron a Cristo para ser crucificado son totalmente responsables de su acto de maldad. El Mesías sufrió terriblemente cuando lo clavaron en esa vergonzosa cruz, y no solo físicamente. Sin embargo, ¡no salió ninguna queja de su boca! En lugar de eso, ¡Él oró por sus enemigos! ¡Qué asombroso oírlo decir: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”!

Cincuenta días después, y teniendo como fundamento esta corta oración (que, por cierto, fueron las primeras palabras del Señor en la cruz), Pedro les dijo a los judíos que ellos habían matado al Autor de la vida, y seguido a esto les dijo que lo habían hecho en ignorancia (Hch. 3:15, 17). El mensaje de Pedro generó que tres mil judíos se arrepintieran ese mismo día, pues el Señor Jesús había comenzado una nueva obra-¡desde el cielo! Sin embargo, así como los líderes judíos rechazaron el ministerio de Cristo en la tierra-Él vino a lo suyo, y los suyos no le recibieron (Jn. 1:11) –, de la misma forma rechazaron el testimonio de los apóstoles acerca de la resurrección de Cristo y su posterior exaltación a la diestra de Dios (Hch. 3-5).

Cuando Esteban testificó de estas cosas, él se convirtió en el primer mártir cristiano. Mientras era apedreado hasta la muerte, él oró por estos hombres perversos, diciendo: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado” (Hch. 7:60) y luego de esto “durmió” en Jesús. Esteban había comprendido que vivía en un día de gracia, y siguió el ejemplo de su Maestro. Sin duda alguna, la oración de Esteban fue el germen de la conversión de Saulo de Tarso-el fiero perseguidor de los primeros cristianos-quien estaba presente en la ejecución de Esteban. En este día de gracia, mostremos en palabra y en hecho que pertenecemos al Señor Jesús.

Alfred E. Bouter